Las anchoas pertenecen a la familia Engraulidae, que incluye alrededor de 400 especies. El pez estrecho, en forma de huso, con un vientre plateado brillante, por lo general solo crece alrededor de 20 cm. La anchoa europea (Engraulis encrasicolus) y la anchoa sudamericana (Engraulis ringens) son de particular importancia económica. Son principalmente peces comestibles, pero los pescadores también los utilizan como cebo para peces más grandes. Se ofrecen salados como anchoas.
Natural
La anchoa europea vive en enjambres en la costa este del Atlántico, en el Mediterráneo y en el Mar Negro. La sardina sudamericana vive en la costa sureste del Pacífico desde Perú hasta Chile.
Temporada
Dado que las anchoas se ofrecen principalmente en escabeche, están disponibles todo el año. Los peces tienen temporada de desove de abril a septiembre, por lo que no se deben comprar las anchoas frescas durante este tiempo para proteger las poblaciones.
Sabor
Las anchoas saben un poco agrias y ligeramente saladas.
Uso
Los pescaditos se pueden comer rebozados y fritos, por ejemplo como tapas. Como filetes, también son un ingrediente popular para las coberturas de pizza. El pescado fresco se puede remojar en leche o agua tibia durante unas horas para que tenga un sabor más suave. Las anchoas en escabeche finamente picadas dan a las salsas, Königsberger Klopse o aderezos con mayonesa un sabor abundante.
Almacenamiento
Por supuesto, el pescado fresco debe almacenarse en un lugar fresco. Los productos enlatados conservados en aceite y sal se pueden guardar en la despensa.
Durabilidad
El pescado fresco debe prepararse el mismo día, los productos en escabeche tienen una vida útil de acuerdo a la fecha de caducidad impresa en ellos.
Valor nutricional/principios activos
100 g de anchoas tienen alrededor de 100 kcal, que se componen principalmente de proteínas y grasas. El pescado también contiene grandes cantidades de los minerales hierro y yodo, así como vitamina B, niacina y vitamina D. Las anchoas contienen grandes cantidades de los dos ácidos grasos omega-3 poliinsaturados, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), que contribuyen a la función normal del corazón. El mineral yodo contribuye a la producción normal de hormonas tiroideas. El hierro también asegura la formación normal de glóbulos rojos y hemoglobina. La vitamina D contenida contribuye a un nivel normal de calcio en la sangre.