Congelar grosellas: preparación
Para congelar grosellas espinosas, debes prepararlas. Esto no estropeará el sabor de las bayas cuando se vuelvan a descongelar. Además, son mucho más fáciles de procesar.
- Llena un recipiente con agua tibia. Ponga las grosellas en el agua y lave cada baya individualmente.
- Después de la limpieza, las bayas deben secarse. Esta es la única forma de evitar que la fruta se cuele, lo que tiene un gran impacto en su sabor y calidad.
- Por último, retira los restos marchitos de las flores y los tallos. No son comestibles y no deben congelarse con grosellas.
Congelar correctamente
Para evitar que las grosellas se aglomeren cuando se congelan, debe congelarlas previamente. La precongelación asegura que la superficie de las bayas esté sellada y ya no puedan pegarse. Esto facilita el uso de las grosellas si solo desea descongelar pequeñas cantidades o incluso bayas individuales.
- Coloca las grosellas en una bandeja, rejilla o algo similar. El tapete debe caber en su congelador. Asegúrate de que las grosellas no se toquen.
- Ahora precongele las bayas por un período de 2 horas. Ya no es necesario para este paso.
- Después de 2 horas, transfiera las bayas a recipientes de congelación adecuados o bolsas para congelar y vuelva a colocarlas en el congelador.
- Consumir la fruta dentro de los 12 meses.