El kéfir es un producto lácteo ligeramente espumoso y ligeramente alcohólico. Se elabora a partir de leche mediante la adición de los llamados granos de kéfir o setas, que consisten en bacterias del ácido láctico y hongos de levadura. Hacen fermentar la leche. Como resultado, se coagula y parte del azúcar de la leche se convierte en ácido carbónico y alcohol. Dependiendo de la leche utilizada, el kéfir está disponible en diferentes niveles de grasa, en forma de cuchara o líquido, o como kéfir de frutas con aditivos de frutas.
Natural
El kéfir tiene su origen en el Cáucaso, donde tradicionalmente se elabora con leche de yegua y se denomina kumys.
Sabor
Los productos de la fermentación, el ácido láctico y el alcohol, le dan al kéfir su típico sabor fresco y agrio. El dióxido de carbono proporciona un ligero hormigueo.
Uso
El kéfir sabe muy bien solo o mezclado con frutas, mezclado con ingredientes dulces o salados como una bebida refrescante, y es adecuado para aderezos ligeros para ensaladas, salsas o postres. También es adecuado para hornear, por ejemplo, en panecillos o rebozados.
Almacenamiento
El kéfir debe mantenerse sellado en el refrigerador. Consulte la fecha de vencimiento en el empaque.
Valor nutricional/principios activos
El kéfir contiene valiosas proteínas, calcio y vitamina B12. Dependiendo de si se trata de kéfir bajo en grasa, kéfir con toda la grasa o kéfir en crema, el contenido calórico varía. En promedio, el kéfir contiene 65 kcal/ 272 kJ, 3.5 g de grasa, 3.3 g de proteína y 3.6 g de carbohidratos por cada 100 g. Dado que parte del azúcar de la leche (lactosa) se fermenta durante la producción, el contenido de lactosa de alrededor de 3.6 g por 100 g es ligeramente inferior al de la leche. Las proteínas contribuyen al mantenimiento de la masa muscular, el calcio es responsable del mantenimiento de los huesos en condiciones normales y la vitamina B12 de un metabolismo energético normal.