Un estudio satisfactoriamente interesante: si el consumo constante/regular de papas (hervidas u horneadas) ayudará o no al cuerpo humano. Comer papas hervidas o al horno reduce la presión arterial y ayuda a prevenir la hipertensión.
Las patatas son la principal fuente de potasio en la dieta de los occidentales. Investigadores de la Universidad de Pardue han estudiado los efectos de los suplementos de potasio sobre la presión arterial y otros factores de riesgo cardiovascular.
Los ensayos clínicos involucraron a 30 hombres y mujeres con diagnóstico de hipertensión o prehipertensión. Los resultados mostraron que comer papas al horno o hervidas condujo a una disminución de la presión arterial sistólica en comparación con el grupo de control, que comió una dieta estadounidense típica, pero sin papas.
Los autores también encontraron que, contrariamente a la creencia popular de que la versión más alta en calorías de las papas, las papas fritas, es dañina para el sistema cardiovascular, una porción diaria de este producto que contiene 330 calorías no tiene un impacto negativo en los vasos sanguíneos.
El efecto beneficioso de las patatas se basa en que reducen la retención de sodio en el organismo y, en este sentido, según han descubierto los científicos, funcionan incluso mejor que los suplementos de potasio.