La terapia con insulina no siempre se recomienda para la diabetes tipo 2: los médicos deben sopesar los beneficios del tratamiento. Las alternativas pueden incluir un cambio en la dieta, el ejercicio y la medicación.
La insulina es una hormona endógena, cuya administración puede provocar efectos secundarios indeseables, como el aumento de peso. Además, el cuerpo puede acostumbrarse a la insulina, por lo que se requiere una dosis cada vez mayor. Las posibles consecuencias son la obesidad, el riesgo de ataque cardíaco y puede aumentar el accidente cerebrovascular. Por lo tanto, en la diabetes tipo 2, la terapia con insulina solo debe llevarse a cabo si las formas alternativas de tratamiento no son suficientes. Sin embargo, en el caso de la diabetes tipo 1, el tratamiento permanente con la hormona es esencial.
Diabetes tipo 1 y tipo 2: las diferencias
La insulina permite que las células de los músculos y órganos absorban y utilicen el azúcar de la sangre, y el nivel de azúcar en la sangre desciende. El cuerpo almacena el exceso de azúcar como reservas de grasa.
- En la diabetes mellitus tipo 1, el páncreas produce poca o ninguna insulina, por lo que debe inyectarse debajo de la piel.
- En la diabetes mellitus tipo 2, las células del cuerpo se vuelven resistentes a la insulina. El páncreas tiene que producir más y más hormonas para mantener el metabolismo del azúcar en marcha y reducir el nivel de azúcar en la sangre, hasta que en algún momento ya no puede hacerlo.
Aumento de peso: la terapia con insulina no siempre tiene sentido
Los médicos a menudo usan la insulina demasiado pronto para los diabéticos tipo 2, aunque puede tener graves consecuencias para los afectados: la insulina hace que el azúcar circulante en la sangre sea particularmente bien utilizado y lo almacena como depósitos de grasa. El peso corporal aumenta y los afectados necesitan aún más insulina.
Tratamiento de la diabetes: fármacos en lugar de insulina
En la mayoría de los casos, la diabetes tipo 2 se puede controlar sin insulina. Si un cambio en la dieta y más ejercicio no son suficientes para reducir permanentemente los niveles de azúcar en la sangre, los medicamentos pueden ayudar. Han demostrado ser claramente superiores a la terapia con insulina en muchos estudios:
- Los análogos de GLP-1 (gliptinas) estimulan al páncreas para que libere más insulina propia. Reducen el apetito, reducen la obesidad y el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
- Los inhibidores de SGLT-2 (guillotinas) funcionan a través de los riñones y aseguran que se excrete más azúcar de la sangre a través de la orina. Esto también reduce el peso corporal y el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
El objetivo de la terapia con medicamentos es hacer que la diabetes tipo 2 regrese a una etapa más leve y reducir significativamente el peso corporal. Esto salva a los afectados por la terapia con insulina de muchos posibles daños consecuentes.
Falsos incentivos económicos para la terapia con insulina
A pesar de sus desventajas, muchos médicos recetan terapia con insulina para la diabetes tipo 2. La terapia de insulina temprana y primaria ni siquiera está prevista en las directrices científicas.
Los nuevos medicamentos para la diabetes, por otro lado, se usan relativamente raramente. Existen dos motivos principales para esto:
- Los ingredientes activos son más caros que la insulina: si se usan con demasiada frecuencia, los médicos deben temer restricciones financieras.
- Las compañías de seguros de salud obligatorias se benefician de importantes pagos de compensación del fondo de compensación de estructura de riesgo si sus asegurados tienen que inyectarse insulina.