El canónigo se considera saludable principalmente por su alto contenido en hierro y vitamina C. Por ejemplo, el canónigo contiene 35 miligramos de vitamina C por cada 100 gramos. Con 2 miligramos de hierro por cada 100 gramos, el canónigo también tiene un contenido de hierro bastante alto para verduras y hierbas. La combinación de nutrientes es especialmente beneficiosa para una dieta vegetariana o vegana equilibrada: la vitamina C puede mejorar la absorción del hierro de origen vegetal.
La lechuga de cordero también es saludable debido a su alto contenido de betacaroteno. 3.9 miligramos están contenidos en 100 gramos. El cuerpo convierte el betacaroteno en vitamina A, que juega un papel importante en el crecimiento celular y puede tener un efecto positivo en la piel y los ojos. El canónigo también es rico en ácido fólico con 145 microgramos por cada 100 gramos. La vitamina del complejo B, por ejemplo, apoya la división y regeneración de las células y juega un papel particularmente importante en una dieta equilibrada durante el embarazo.
La lechuga de cordero también contiene varios minerales importantes: 13 miligramos de magnesio por cada 100 gramos, 35 miligramos de calcio, 421 miligramos de potasio y 49 miligramos de fósforo. Mientras que el potasio mantiene la presión arterial y el magnesio fortalece los músculos, el fósforo desempeña un papel en la estructura sólida de los huesos y los dientes, entre otras cosas. Los aceites esenciales de valeriana contenidos en la canónigo también pueden tener un efecto calmante y relajante.
Para que las valiosas vitaminas y minerales de la lechuga de cordero no se pierdan, la lechuga debe consumirse lo antes posible después de la compra.