Los investigadores nos recordaron que las fresas contienen una alta concentración de antocianina, un aminoácido que reduce el nivel de colesterol malo en el organismo.
Las fresas, por ser ricas en fibra, ayudan al organismo a quemar la grasa visceral del abdomen, que es muy peligrosa para el organismo.
La grasa visceral en el abdomen altera el equilibrio y el funcionamiento de las hormonas, afecta la sensibilidad de las células a la insulina y promueve la formación de coágulos sanguíneos, lo que provoca problemas cardíacos y, en ocasiones, la muerte prematura. Sin embargo, la fibra soluble, según los investigadores del Wake Forest Baptist Medical Center, ralentiza el proceso de digestión de los alimentos desde el estómago hasta los intestinos y, por lo tanto, ayuda a eliminar la grasa visceral.
“Por cada diez gramos de fibra soluble por día, la cantidad de grasa visceral disminuye un 3.7% en un período de cinco años. Por otro lado, un aumento en la actividad moderada conduce a una reducción del 7.4 % en la grasa visceral durante el mismo período de tiempo”, dicen los científicos.
Los investigadores también recordaron que las fresas contienen una alta concentración de antocianina, un aminoácido que reduce el colesterol malo y los triglicéridos, ayudando a controlar el peso.